Me enamoré de tus manos, me enamoré de tu pelo, y sin tener demasiado te regalé un sentimiento. ¿Qué nos fue pasando entonces, en qué rincón de la rutina el amor perdió la última fuerza que tenía?.
Tu mundo está centrado donde vives, por dónde andas; y mi mundo es diferente: mi mundo... no es nada. Y siempre pasará lo mismo, nunca intentarás amarme; tú en la actitud hiriente de hacer lo que me duele, y yo siguiendo la huella de un amor inexistente.
Te dejo libre, amor mío, aunque por dentro desangre, tu vida está en otros brazos, tu lugar en otra parte. Éste no es tu lugar.
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